La entrada de #Villadesastre

Dicen que la entrada es lo más importante, lo primero que ves al llegar a casa. Ya tenemos nuestro fastuoso numero dando la bienvenida y luego entras en casa y… ¡Nada! ¡Un desastre!

La entrada es muy amplia, pero la tenemos bastante descuidada (como todo). Desde la entrada se ve casi toda la casa, y desde casi toda la casa se ve la entrada. Así que me apetece mucho ponerla como se merece.

Aquí va mi plan. Lo pongo por escrito, que si está escrito ¡hay que hacerlo!

1 Pintura. Aunque no se aprecia bien, está bastante chuchurría – humedades, grietas y demás – Además quiero aprovechar para hacerle algo diferente. ¡Ya está!
2 Cuadro de la luz. Un clásico, hay que taparlo.
3 Cuando llegamos a casa dejamos llaves, carteras, correo y correas repartidas por los radiadores y casi cualquier sitio. Hay que buscar un remedio.
4 Lo mismo pasa con las chaquetas… Y otras cosas que me quito nada más que entro por la puerta. Os ahorro su visión ya que, casualmente (o no), queda fuera de la foto.
5 ¡Todavía no sé que hacer con esa pared! Pero pide un cambio

6 ¡Hacerlo todo gastándome lo mínimo!

Ayer quería haber dejado ya zanjado el primer punto, pero la lluvia me ha dejado un poco K.O. Así que para compensar os dejo con unos recibidores de pro, de los que sacar ideas:

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Claro, después de esto, quiero pintar la puerta, cambiar el suelo, tener unos 20 kilims y aproximadamente 15 o 16 entradas y 20 pares de botas de agua (que no usaré jamas). Pero ciñamos al punto 6.

Se aceptan ideas, consejos, sugerencias, experiencias ¡y de todo!

Inspiración decoración: a saco

Hacía tiempo que no escribía un post de decoración. Durante 2014 he estado absorbida por el estudio de sonido (¡y lo que queda!) y no le he dedicado todo el tiempo  que quería a la casa. Este año me he re-propuesto hacerla más acogedora y dedicar tiempo a la #operacionrestauracion.

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Precisamente al estudio le queremos dar un aire «Rústico/Far West». Hemos usado madera de palet para hacer el marco del visor y revestir una de las paredes. El suelo de aspecto envejecido y cubierto de alfombras de estilo clásico (aún estamos en ello). Y ya, por fin, estamos tapizando con tela acústica las trampas de las paredes. Aun quedan muchos detalles, mucha madera que tratar  ¡y mucha tela que grapar! Más adelante me gustaría poder enseñar lo que hemos ido haciendo con nuestras manitas y mucho esfuerzo. Pero por ahora, en instagram, con la etiqueta #Buildingournewstudio se puede ver el proceso de construcción.

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Algo a lo que le he estado dando vueltas es la tela de saco. En la decoración rústica o shabby chic queda genial. El aire antiguo y el desgastado que tiene, me encanta.

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Pero sobre todo me gusta cuando se usan sacos reciclados, en detalles como cojines o pufs que se integran perfectamente en ambientes industriales y nórdicos. Además ¡es bastante económico!

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Yo ya tengo preparados varios sacos de café ¡y espero darles uso muy pronto!

Estantería estilo industrial low cost

Hace tiempo que necesito una estantería en el estudio. Algunas veces en IG os lo he enseñado. Saco la mesa, o media mesa, según el desorden de alrededor ¡porque no sabéis cómo está estaba! Además mientras hemos estado montando el nuevo estudio de sonido, el mío lo hemos usado de almacén improvisado. Un desastre en toda regla.

Me apetecía mucho algo de estilo industrial que contrastara con la estética naïf del estudio. Pero no quería comprar una estantería nueva ni gastar mucho dinero (a ser posible, nada). Pensé en utilizar palets, pero estamos haciendo una de las paredes del estudio así y lo de desmontarlos no es ningún camino de rosas: descartado.

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Otra cosa que me encanta son las estanterías hechas con tuberías. Pero no he encontrado en España nada parecido al sistema de tuberías americano (eso si, ahora entiendo por qué siempre aparecen atornillando cosas los fontaneros de las series).

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Os las dejo por aquí, por si alguien encuentra las dichosas tuberías ¡si las encuentras, avisa!

Finalmente recordé unas patas que me encontré en la mudanza, las típicas de estantería metálica y decidí utilizarlas. Para las baldas fui a un sitio – que empieza por Leroy y termina por Merlin-  y compré:

– Un tablero de 200cm x 50cm (¡además con 2€ de descuento!) Les pedí que me lo cortaran en 4 partes de 1m x 25cm
– Unos protectores para el suelo
– 16 escuadritas (miré allí mismo que coincidieran los agujeros)
– Tuercas y tornillos que entraran por los agujeros de las escuadritas

Y ya tenía en casa…
– Tornillos de madera
– Arandelas
– Lija
– Betún de judea
– Aguarrás
– Brocha
– Cera para muebles
– Trapos

Por fin el fin de semana pasado saqué tiempo para ordenar, limpiar y ¡hacer mi nueva estantería!

– Lijé las maderas para redondear los cantos y que no parecieran tan nuevas.
– Le di una mano de betún de judea bastante rebajada con aguarrás y retirando inmediatamente el exceso ya que no lo quería oscurecer mucho, sólo resaltar la veta y que no pareciera madera de pino recién salida de la tienda.

A la izquierda tabla sin tratar y a la derecha después del betún de judea

– Limpié las patas y les puse los protectores de suelo.
– Coloqué las escuadras en las baldas (hay que ponerlas fijándose en las patas).
– Y con la ayuda de mi churri, haciendo el contorsionista, monté las baldas. Primero abajo, arriba y luego las centrales.

En este punto pensé que la había liado parda y que en cualquier momento, cual árbol madrileño, se me iba a caer encima. Pero al apretar bien las tuercas ¡se quedó más derecha que una vela!

– Luego me volví loca dándole varias manos de cera y puliendo, creo que es el acabado que más me gusta.

Y voilà: estantería industrial de diseño exclusivo. No será la más bonita, pero me encantan sus vetas de madera, lo ordenado que tengo ahora el estudio y que me he gastado menos de 15 €. Ahora a llenarla de cosas.

¿Qué te parece? ¿Está bien o es amor de madre?

«Chalk Paint» El retorno

Hace unos días, me decidí a continuar con la «operación restauración» (click) dándole una segunda oportunidad a estas patas y al chalk paint. Gracias al reto de Miss Lavanda: por enseñaros lo que me encontré por ahí, ahora me da corte dejarlo arrumbado en una esquina y no hacer lo que he dicho que iba a hacer.

Así que: Antes y después de «patas-cosa»

Lo primero ha sido lavarlas, quitar clavos oxidados y darle una lijada muy superficial. Encontré en Ikea una madera-balda-cosa que va perfecta para poner encima, además en la sección de «no tiramos nada» (estaba para tirarla, pero a 0,50€, así que me quejo, pero poco).

Encolé y arreglé la tabla de ikea y rellené los agujeros de «balda» con aguaplast. No es muy pro, pero era lo que tenía ¡y me ha dado el avío! Una vez seco lije y dejé los cantos más irregulares y redonditos para que no desentonara tanto con las patas-cosa.

Se iba para todos los lados, a base de martillo y cola t-rex las enderecé y les puse la tabla (lo dejé secar de un día para otro por si acaso).

Y lo divertido: ¡Pintar! Esta vez me lo ha pasado de lo lindo. He ratificado que con ésta pintura no llevas el control ¡pero siempre queda bien!

Empecé usando brocha para los recovecos y luego rodillo (3 manos) y un poco de lana de acero entre capas. Cuando lo terminé estaba muy, MUY verde, así que seguí con un poco de lija por aquí y por allá, para acabar con la lana de acero remojada y un trapo.

Empezaron a salir los «craquelados» antiguos en azul y la madera original y ¡queda genial!

Para terminar la tabla de arriba desentonaba un poco y (milagro) encontré un bote de pintura de la Americana en azul – el mismo tono de azul – de hace casi 20 años. Le di unos toques por las esquinas y luego lo acabé todo con cera para protegerlo.

¡Y ya está! Ya tengo mueble para la máquina de coser ¡Ahora ya no tengo excusa!

¿Qué os parece?¿os animáis con el chalk paint?

Para mi espacio de trabajo…

Que «mi sitio» está hecho una leonera ya lo sabe todo el mundo… Así que no voy a ahondar más en la herida. Eso sí ¡tengo planes!

En realidad debería empezar por una estantería para todas las cosas que hay por ahí, pero como hago según me da (y así vamos), pues voy a empezar por un rinconcito para costura. El otro día os enseñé las patas-cosa que me encontré. Me parece que serán el mueble ideal para la máquina de coser, que lleva conmigo años y como no tenía un sitio… Aún está nuevecita.

No es que vaya a hacerme un taller, pero sí un rinconcito y voy a volver a probar el «chalk paint» a ver qué pasa, esta vez tengo un señor bote de un litro ¿adivináis de qué color?

Y mientras pienso en mi rincón soñado, os dejo con unos talleres en los que no me importaría perderme un rato:

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Las Ilustraciones de Pedrita Parker

El otro día ya no me pude aguantar más: Pedrita Parker puso una señora oferta del 50% en sus láminas (¡ya os lo advertí por Facebook!) y fue inevitable. Después un día entero dándole vueltas, me hice con dos y estoy muy, muy contenta.

Por lo que me toca, siempre me han gustado las ilustraciones. Pero además, desde hace algún tiempo no es extraño ver láminas o postales decorando nuestras paredes, o incluso un libro de viñetas expuesto por nuestra página favorita, como las pequeñas obras de arte que son.

La ilustración ha venido para quedarse ¡y me encanta! Gracias a las redes sociales me he encontrado con artistas, a los que sigo por Instagram o Facebook y me recreo una y otra vez con sus viñetas, no sólo por los dibujos, sino también por los mensajes.

Pedrita Parker son «Diseños con mucho amor y muy poca vergüenza». Detrás de todo este sarao está Estefi Martínez, que hace de tó, pero sobre todo ilustraciones con muy buen rollo, personalmente me encantan las de la «Reina Pecas» y sus «viñetas» me sorprenden y hacen reír.

Además en su tienda también hay más cosillas con sus ilustraciones, como tazas, bolsos o espejos.
Su Web: pedritaparker.com
Su tienda: pedritaparker.bigcartel.com

¿Algún ilustrador/ra favorito por ahí?

Antes y después de un flexo vintage

¡Otra pieza recuperada para mi operación restauración! (si aún no sabes de qué hablo: Click aquí) Esta vez un flexo vintage.

Se ha portado muy bien mientras lo desarmaba, limpiaba y reajustaba (tenía algunas partes un poco sueltas). También le he renovado el sistema eléctrico y le he añadido color con cable textil.

Es un flexo de aluminio y su diseño bebe directamente de la escuela Bauhaus. Y después de muchos años dando vueltas de caja en caja vuelve a su lugar: El escritorio.

Con cables de colores

Sigo con la «operación restauración«, y después de darme el tute con las mesitas de noche necesito algo más fresco y ligero. Así que me he puesto con el flexo vintage de mi hermano (!y ahora mío!). Los que me sigáis en instagram ya lo habréis visto.

A falta de un día bonito para hacerle unas fotos dignas, os dejo con unas cuantas lámparas con los cables de colores:

fuente susanna vento vía Áurea en pinterest

fuente Katerina Kopytina (Etsy) vía Áurea en pinterest

fuente Earth Sea Warrior (Etsy) vía Áurea en pinterest

fuente La casa de Coto (Etsy) vía Áurea en pinterest

fuente mana mana shop (Etsy) vía Áurea en pinterest

fuente susanna vento vía Áurea en pinterest

 ¡Y es que me encantan! Yo que siempre ando escondiéndolos, jamás pensé que sería feliz como una perdiz, con los cables a la vista.

Antes y después de dos mesitas de noche

Como sabéis (y si no os lo digo) estoy tratando de recuperar, reciclar y tirar la cosillas que he ido acaparando y llenan mi trastero «operacionrestauracion» en instagram (si queréis saber a qué me refiero: aquí).  ¡Y por fin tengo las primeras piezas recuperadas!

Estas dos mesitas han sido bastante maltratadas con chinchetas y puntillas, incluso tenían algún roto. La de las puertas, parecía que había estado en una obra. Así que primero las limpié bien de telarañas, hojas, polvo y cosas varias. Les desclavé las puntillas y chinchetas y quité los tiradores que eran todos diferentes.

Las lijé bien para quitar las capas antiguas. Con masilla rellené los agujeros de las puntillas y varios desperfectos que eran demasiado exagerados. También rellené los agujeros de los tiradores que iba a cambiar de sitio. Además, cambié algunos listones que servían de guía, y encolé el listoncillo de la puerta, que estaba roto.

Una vez reparadas y limpias, les di un par de manos de imprimación, lijando entre capa y capa. Y un par de manos de esmalte gris, también lijando entre capa y capa. Forré parte del interior y los cajones con papel adhesivo de rombos blanco y negro…

Luego vino el Epic Fail Fail Win con el chalk paint (si queréis saber qué pasó lo podéis ver aquí). Y para terminar, le di dos manos de cera para protegerlas y les cambié los tiradores por unos antiguos (¡pero nuevos!) de bakelita, de los que estoy enamorada.

¡Muchas gracias a l@s fore@s de facilisimo.com que me han ayudado durante el proceso!

¡Nuevos artículos!

Unas veces cuesta un poco y otras veces las cosas salen solas. Simplemente por alegrar mi dormitorio, hice este pequeño detalle (los que me sigáis en instagrám ya lo habréis visto). Y tanto ha gustado, ¡que hasta me han encargado alguno!

Los más curiosos veríais que ya está en mi pared aquí. Se trata de un pequeño círculo de ganchillo con un corazón en el centro.

Como el rosa es tendencia en todas sus versiones, he probado con diferentes tonos y formas. Que han dado como resultado unos muy tiernos. Ideales para  añadir detalle a los dormitorios de los más pequeños. Para que vosotros también podáis disfrutarlos, estos tres, los podéis encontrar aquí