Blogersando: En las nubes

Desde blogersando, nos proponen un tema mensual para tratar desde diferentes perspectivas. El primer lunes de cada mes quedamos con nuestras propuestas. Para Junio el tema es «Pasatiempos».

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Desde siempre (y sorprendentemente a menudo) la gente me ha preguntado si no me aburro. Al parecer existe la creencia de que para no aburrirse a uno le tienen que entretener. Soy – y he sido siempre – acompañante empedernida, no me importa pasar el tiempo esperando y tengo una extrema facilidad para entretenerme sola en casi cualquier sitio.

Ahora que  llega el verano, es el momento de sacudirse el frío y salir fuera. Mi mayor pasatiempo es ir de aquí para allá por #VillaDesastre, descalza (con lo que mi madre una vez calificó, muy acertadamente, como pies de aborigen), observar los pájaros e insectos, cuidar del huerto, tumbarme en la hamaca  y en general, tener la cabeza en las nubes.

¡Cuéntame! ¿Tu en qué te entretienes?

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Con este post participo en el Juego de Blogs de Blogersando, ¡pásate y verás muchísimas ideas para entretenerte!

Estar en las nubes ha quedado finalista!!

 

Blogersando: Lluvia

El tema de mayo para Blogersando es «Agua» y a mi me gusta el agua en todas sus versiones: adoro bañarme, piscina, mar o bañera. Prefiero beber agua a cualquier refresco y creo que una vez que vives cerca del mar lo echas en falta siempre… Vivo al lado de un pantano, que es lo más parecido que he encontrado en Madrid.

Con los días locos que estamos teniendo por aquí, el agua está en su versión lluvia. No me molesta especialmente y no tengo paraguas ¡oh dios! ¡Un adulto sin paraguas! A mi la gente llevando paraguas me parece como si fueran por la calle con pendones. Compartir un paraguas es la forma más segura de acabar empapado. No funcionan si llueve de lado -lo normal- ni si caminas deprisa – lo habitual en mi – y son una máquina infernal sacaojos y tiradepelos. Sin contar lo absurdo que puede llegar a ser cuando vas con dos perros que rehusan hacer sus cosas si se mojan.

Prefiero asumir que te vas a mojar – no os preocupeis, no encogemos ni nada parecido- y cuando ya no hay remedio ¡es cuando lo empiezas a disfrutar! Pisa charcos, salta, deja que te caiga en la cara, bébela, escúchala y baila bajo la lluvia. Sin contar el placer de bañarse en el mar cuando hay tormenta… Aun a riesgo de electrocutarse.

*Aquí he retratado a César en la felicidad absoluta, pero no. Al señorito que caiga agua del cielo le mosquea bastante.

Con este post participo en el Juego de Blogs de Blogersando, ¡pásate y verás muchísimas ideas e historias con agua!

Uoooo!!! Soy finalista!!

Blogersando: Artemisa

Artemisa siempre me fascinó. Fuerte, bella, independiente y mujer (¡y rodeada de animales!).

Artemisa ya existía antes de los griegos y continuó después, siempre con nombres diferentes. Un estereotipo de mujer muy alejado del que vino después ¿os imagináis a la orgullosa diosa, haciendo el papel de mujer florero o plañidera?

El tema de marzo para Blogersando es «El color Lila», como símbolo de la mujer. Y yo no me podía quitar a Artemisa de la cabeza (¿igual intuía el próximo tema?). Pidió una túnica corta y gobernar sobre las montañas. Se fue a buscar un arco y unas flechas dónde los cíclopes, sin pensárselo dos veces. Ella sola capturó a siete ciervos para su carro, y cada vez que un hombre se decía mejor que ella, o la ofendía, se lo cargaba, mandaba algún jabalí o directamente lo transformaba en mujer. Tampoco es que hiciera distinción, también se la liaba a las féminas que la menospreciaban.

Sigo con mi intención de hacer alguna ilustración al mes… y he hecho esto. Suena a excusa y lo es: hacía mucho tiempo que no cogía las pinturas (¡hablo de años!). ¡Tanta vergüenza me ha dado, que aquí estoy, a deshoras, haciendo un apaño con illustrator y photoshop!

La verdad es que nunca o casi nunca he vivido el machismo en carnes. Nunca he cobrado menos que mis compañeros. Mi love no es que quiera que limpie yo, es que es perro y el no quiere limpiar. En serio, nos repartimos tareas y normalmente cocina el, por el bien de nuestro paladar. Mi familia tampoco hizo distinción de sexos, me negó o me exigió algo por ser hembra.

Y no, no me siento afortunada. Es como tiene que ser.

Con este post participo en el Juego de Blogs de Blogersando, pásate y verás muchísimas ideas e historias con el color lila!

Blogersando: Mis vergonzantes carnavales

“Máscaras y Comparsas” es el tema para Blogersando y no tenía ni idea de por dónde cogerlo ¿pero qué dibujo yo ahora? Finalmente he decidido contar mis vergonzantes carnavales, me desnudo (o me disfrazo) y lo cuento todo.

La verdad sea dicha: a mi me encanta disfrazarme. Pero más de un año me he llevado un chasco. Con 4 o 5 años celebré el primer carnaval que recuerdo. Mi madre, glamour toda ella, me compró un traje «de carnaval”, rosa y con un gorro con pompones. Todos pensamos en disfrazarnos de “algo”, pero ella no, ella pensaba en los carnavales venecianos o yo qué se. Ese fue mi primer disfraz y yo, aún hoy, no sé de qué iba.

 

 

 

 

 

 

Al año siguiente – o al siguiente- me puso el mismo traje ¡el mismo! Pero con un palmo de volantes por que lo mío era estirar de alto. Yo ya sabía de qué iba la fiesta y no me la daban. No sé si por pesada o por que realmente el traje lo sugería, pero me dijeron que iba de “copo de nieve” (he visto la peli de las Frozen y no tenía nada que ver). Así que en el cole, cuando me preguntaban de qué iba, yo decía “de muñeco nieve” (lo del copo se me escapaba) y me miraban raro. Pero, total, me había ido a vivir a Sevilla ¿y qué sabían ellos de nieve?

Otro año, me disfrazó de “La primavera” poniéndome flores de fieltro por el pelo… Se refería a la primavera de Botticelli, y yo tan contenta. Decir que era «la primavera» era más defendible que lo del muñeco de nieve.Por suerte mi madre descubrió el maravilloso mundo de los trajes de alquiler, y empecé a vestir disfraces menos abstractos. Diré que un día apareció con un traje que era “monísimo” y que consistía en un maillot negro con rabo de conejo, un cuello de tul y unas orejas. En fin, que eran los 90 y yo era de llevar camisas de franela muy (muy) anchas. Plena pre-adolescencia, no tenía ni idea de qué iba disfrazada, me negué a ponerme las orejas y me escondí por el parque.

Extra: estuve trabajando en Port Aventura de manipulador de personaje. En Halloween nos ponían un traje de “Fantasma” al que llamábamos “la mierda” (era exactamente como las cacas de los dibujos, pero blanca). Y me tocó una vez.

Claro que he tenido carnavales muy divertidos, me lo he pasado genial, me he disfrazado de muchísimas cosas y mi madre me a ayudado a disfrazarme muchas veces con más éxito. ¡Pero hoy me apetecía compartir mis vergonzantes carnavales!